Situación actual del agua en San Mateo Tlaíxpan, Tecamachalco Puebla
Antes que nada quisiera hacer un saludo y agradecer por tomarles unos minutos de su valioso tiempo, permítanme presentarme, soy Gabriela Jiménez Machorro, originaria de la comunidad de San Mateo Tlaíxpan, correspondiente al municipio de Tecamachalco, estado de Puebla, México.
El motivo del presente escrito es compartirles un poquito de información sobre la disponibilidad de agua en mi zona. Pues bien años atrás no había agua potable, las personas tenían que ir a lavar su ropa hasta los nacimientos de agua y los pozos, incluso para su aseo personal y debían trasportarla para usarla en casa, donde la almacenaban en botes o toneles.
Después las personas se organizaron y trajeron el agua desde comunidades lejanas, acomodaron el trayecto que recorría el agua rodada por desnivel, fueron grandes ingenieros; también hicieron pozos que beneficiaron aún más a la comunidad. Y así estuvimos por mucho tiempo.
También muchos años atrás se construyeron dos aljibes en la unión de los dos cerros del pueblo, para almacenar el agua de lluvia, fueron muy útiles porque las personas ya no tenían que caminar grandes distancia para llevar agua a sus hogares y sus animales también llegaban a beber agua allí, sin embargo se fracturaron y como ya teníamos agua potable quedaron en desuso.
En los últimos años se ha venido agudizando el problema del agua: las personas dicen que ya no cae la misma cantidad de antes, los días que se les suministra agua cada vez se hacen más espaciados; otras personas prefieren comprar pipas de agua, pero estas también han aumentado su precio. Entonces…. ¿¿Cuál es el problema?? Los señores del comité del agua potable del pueblo dicen que la cantidad de agua extraída del subsuelo ha disminuido año con año, que han perforado nuevos pozos sin resultados favorables. Es un problema serio que nos afecta a todos.
A nivel municipio se hicieron estudios para conocer a detalle la causa de esta escasez de agua donde se encontraron algunos datos interesantes:
El acuífero del valle de Tecamachalco identificado con la clave 2101 tiene una extensión superficial de 3600 km2
El acuífero abarca los siguientes municipios: Acajete, Acatzingo, Amozoc, Atoyatempan, Cuapiaxtla de Madero, Cuautinchan, Esperanza, General Felipe Ángeles, Huitziltepec, Mixtla; Molcaxac, Cañana Morelos, Palmar de Bravo, Quecholac, Los Reyes de Juárez, San Salvador Huixcolotla, Santo Tomas Hueyotlipan, Tecali de Herrera, Tecamachalco, Tepatlaxco de Hidalgo, Tepeaca, Tepeyahualulco de Cuauhtemoc, Tlacotepec de Benito Juarez, Tlenepantla, Tochtepec, Xochitlán Todos Santos y Yehualtepec.
El acuífero es explotado para fines agrícolas en 81%, uso urbano 17.4%, uso industrial 0.4% y otros fines en 1.2 %
Actualmente muestra un desequilibrio entre la carga y extracción de alrededor de 117 millones de metros cúbicos al año.
En la región cubierta por el acuífero del valle de Tecamachalco no existen ríos de importancia que alimenten al acuífero o viceversa, es decir, no hay flujos base de importancia en la región.
El acuífero de Tecamachalco es alimentado por la precipitación pluvial y por flujos subterráneos que tienen su origen en el agua de lluvia infiltrada de las partes altas y posiblemente por agua subterránea que se “fuga” por la parte sur de un acuífero cercano llamado “Oriental”.
Ante la creciente demanda de agua se ha llegado a la necesidad de minar o aprovechar la reserva almacenada no renovable, lo que ha generado un impacto ambiental negativo que frena y compromete el desarrollo sostenible de los sectores productivos de la región.
Actualmente el déficit en la disponibilidad media anual del agua subterránea es del orden de los 68.37 millones de m3 anuales, pone en peligro el abastecimiento seguro a los habitantes de la zona, ya que el acuífero es la principal fuente de abasto.
El uso del agua a costa del almacenamiento subterráneo ha tenido como consecuencia efectos tales como: agotamiento del recurso, modificaciones del sistema de flujo subterraneo y desaparición de la mayoría de manantiales.
Las extracciones de las aguas subterráneas de acuerdo con los análisis de los estudios y datos existentes han ido incrementándose:
1998: se estimó en 228 millones de m3
1999: en 283 millones de m3
2011: 343 millones de m3
Toda esta información se encuentra en el Atlas de Riesgos del Municipio de Tecamachalco, Puebla, 2011
Después de toda esta información se han establecido algunas propuestas para mitigar la escases de agua, como no desperdiciarla, almacenarla adecuadamente, captar el agua de lluvia en nuestras casas, rehabilitar los jagueyes y aljibes. En fin muchas ideas, pero tenemos varias limitantes como la falta de información entre las mismas personas del pueblo, que se niegan a creer y la falta de recursos económicos.
En conclusión, el tema del agua compete a todas las personas, no importa seamos pequeños o adultos, del mismo pueblo o de otras ciudades. Todos vivimos en el planeta Tierra y eso nos une como hermanos, debemos aprender a cuidar nuestros recursos naturales pues dependemos de ellos para sobrevivir.
* Fotos: Ricardo Niño Machorro