AGUA, VALIOSA OPORTUNIDAD DE VIDA
“Está en todas partes y no es Dios (pero sí lo es…).
Está en el cielo y está en la Tierra,
en el mar, en el pozo, en el río, en el lago y en la taberna.
¿Adivinas qué es?...”[1]
Una de las sustancias más importantes para la vida y para toda manifestación de ella en nuestro planeta, es el agua; sin duda, un elemento esencial que junto con otros, equilibran el flujo de la existencia.
Todo cuanto posee vida en la Tierra está integrado en cierto porcentaje por este líquido; tan sólo en nuestro planeta, los mares y océanos cubren el 70 % de su superficie; y en nuestro cuerpo humano el 66% de nuestra composición es agua.
Pero el agua, no es sólo un componente de la materia, sino también un elemento al servicio del ciclo de la naturaleza, nacer, servir, reintegrarse y así sucesivamente. A través de ella, nosotros los seres humanos, y otros seres, nos revitalizamos, limpiamos, depuramos, liberamos, renovamos…, tomamos vida.
La pérdida de agua en nuestro organismo, así como en nuestro entorno, que no es regulada, ocasiona desequilibrios que afectan nuestra salud y ponen en riesgo la continuidad de la vida, es por ello, que valorar, cuidar y ayudar al agua a cumplir con su servicio en consciencia de agradecimiento y amor, es fundamental para contribuir no sólo a nuestra supervivencia, sino también al equilibrio de toda existencia.
Cada vez que ingieras un poco de agua di ¡Gracias!, cada vez que te bañes agradece al agua que te presta ese servicio, que te limpia, que te despierta y renueva, cuando laves un traste o tu ropa agradece al agua que te permite hacerlo para sentirte limpio y presentable, o para disfrutar del sabor de tus alimentos sanamente, cuando una o varias gotas de lluvia caigan sobre ti, dí ¡Gracias!, sólo siendo agradecido se reconoce la virtud y la bendición que hay en todo cuanto nos rodea.
No necesitamos llegar al punto de escasez o experimentar los desequilibrios por hacer un uso inconsciente del agua, ni tampoco llegar a equiparar su valor con el costo monetario que representa, quizá sólo necesitamos hacernos una pregunta y tener el suficiente amor en nosotros para contestarla sabiamente, quizá sólo tengamos que cuestionarnos ¿cuánto vale mi vida, la vida, la existencia?...
En el agua existe una y mil oportunidades de vivir, en cada gota, en cada forma, aprovechémosla responsablemente, agradablemente, disfrutémosla y démosle el justo valor en nuestro día a día, un uso consciente que le permita reintegrarse al ciclo vital al ritmo que sólo la naturaleza conoce para sí, sin abusar de su abundancia, sin retar su poder de integración y renovación en ciclo de la vida, sin confiarnos de que siempre estará a nuestro servicio, porque bien sabemos que toda vida que no se cuida se marchita…
Ten en cuenta que tú eres también un ser al servicio, trata al agua como quieres que te traten en ese servir, si deseas respeto, respeta también, si deseas que se valore lo que haces, valora también, si quieres que te traten bien, trata bien…
El agua es un ser, agradece y ama su existencia y propósito, recuerda que tú también eres agua, y que ambos también son vida!
[1] Gran Enciclopedia Educativa. ENCAS, 1993.